“Estuve en la cárcel y vinisteis a mí” (Mateo 25:36).
No podemos ir a todas las prisiones para visitar a los reclusos, pero podemos orar al Dios omnipresente que puede encontrar, consolar y fortalecer a los reclusos. Y nos apasiona.
¿Tiene una petición de oración por un amigo o ser querido en prisión? Utilice el siguiente formulario para enviar su petición. Tenemos guerreros de oración listos para orar ahora mismo.
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