Si alguna vez hubo un momento en que el pueblo de Dios debía clamar por sanidad en la tierra, es ahora.
Hemos visto tormentas devastar ciudades, incendios forestales consumir bosques y terremotos dejar a la gente sin hogar. Hemos visto brotes de violencia en nuestras calles, guerras entre naciones y el odio dividir comunidades. Desde el derramamiento de sangre hasta la idolatría y la corrupción, los pecados de la tierra claman.
Esto no es nuevo. La historia está llena de guerras, genocidios, traiciones y pactos rotos que aún marcan a nuestras naciones hoy. La tierra recuerda. La sangre derramada sobre el suelo tiene voz y clama por justicia (Génesis 4:10). Y a menos que nos pongamos en la brecha como intercesores, esas heridas permanecen abiertas.
Pero Dios nos da una promesa y una receta en Su Palabra.
Este mes, Awakening Prayer Hubs está clamando a Dios para que sane nuestra tierra. En cualquier nación en la que estés, Él quiere sanar la tierra. Pero debemos cooperar con Su proceso. Únete oficialmente en: www.awakeningprayerhubs.com.
La Receta para Sanar la Tierra
2 Crónicas 7:14 es una de las Escrituras más citadas en tiempos como estos — y con razón:
“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.”
Fíjate que Dios no dijo “si los políticos, los reyes o las naciones se humillan”. Él dijo: “si mi pueblo”. La sanidad comienza con la iglesia. La sanidad comienza con nosotros.
Hay cuatro claves en este versículo:
1. Humildad: Debemos dejar a un lado el orgullo, la acusación y la autojusticia. El avivamiento no fluye a través del orgullo, sino de la quebrantadura.
2. Oración: No podemos sanar la tierra sin intercesión. Si la oración no es la base, nuestras estrategias fracasan.
3. Buscar el Rostro de Dios: Esto es más que pedir que Su mano se mueva. Se trata de relación, intimidad y alinear nuestro corazón con el Suyo.
4. Apartarse de los Caminos Malvados: El arrepentimiento es el punto de giro. Cuando el pueblo de Dios se aparta del pecado, se abre espacio para que Su misericordia fluya.
Cuando cumplimos las condiciones de Dios, Él promete tres respuestas: Él escuchará, perdonará y sanará.
Apocalipsis 22:2 nos da un vistazo profético del plan final de Dios: “…y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones.”
Aun al final, Dios busca a las naciones. Él desea traer restauración, reconciliación y plenitud a pueblos y tierras enteras. Lo que comienza ahora con arrepentimiento y oración culminará en Su reino eterno cuando las naciones sean sanadas bajo Su gobierno.
Claves para Sanar la Tierra a Través de la Oración
Como intercesores, podemos asociarnos con el corazón de Dios para las naciones. Aquí hay algunas estrategias de oración:
Ora oraciones de arrepentimiento identificacional. Como Daniel en Daniel 9, confiesa los pecados de tu nación como si fueran tuyos. Ponte en la brecha por el derramamiento de sangre, la injusticia y la idolatría.
Decreta limpieza sobre la tierra. Suplica la sangre de Jesús sobre ciudades y naciones. Su sangre habla mejor que la sangre de la guerra, la violencia y el aborto (Hebreos 12:24).
Clama por reconciliación. Ora para que caigan los muros de hostilidad entre razas, tribus y naciones (Efesios 2:14). La división mantiene herida la tierra.
Pide que se levanten reformadores justos. La sanidad no es solo espiritual, también se manifiesta en leyes justas, líderes rectos y sistemas que honran a Dios. Ora para que se levanten reformadores.
Permanece en el muro. Sanar la tierra no es una oración de una sola vez. Requiere vigilancia continua, persistencia e intercesión profética.
Awakening Prayer Hubs, este es nuestro encargo. Somos atalayas en los muros de nuestras ciudades y naciones hasta que las almas sean salvas, las iglesias avivadas y las naciones despertadas. El mundo está en agitación, pero Dios nos ha dado Su promesa: si Su pueblo ora, Él sanará la tierra.
Levantémonos en esta hora. Humillémonos. Apartémonos del pecado. Busquemos Su rostro hasta que las naciones sean sanadas, el avivamiento estalle y el conocimiento de la gloria del Señor cubra la tierra como las aguas cubren el mar (Habacuc 2:14).
Oraciones para Sanar la Tierra
1. Padre, nos arrepentimos por los pecados de nuestra nación y nos humillamos bajo Tu poderosa mano. ¡Clamamos por misericordia! (2 Crón. 7:14)
2. Decretamos limpieza sobre nuestro suelo, nuestras ciudades y nuestros estados por el poder de la cruz.
3. Señor, rompe las maldiciones de guerra, violencia y derramamiento de sangre que contaminan nuestra tierra. Sana el suelo que clama por justicia.
4. Suplicamos la sangre de Jesús contra todo trono demoníaco fortalecido por la idolatría en nuestra nación. ¡Que caiga todo altar!
5. Padre, levanta atalayas e intercesores que no callen hasta que nuestra tierra vea el avivamiento. (Isa. 62:6-7)
6. Derribamos fortalezas de mamón, hechicería y perversión que contaminan nuestra tierra. ¡Jesús, reina sobre esta nación!
7. Declaramos que la justicia y el derecho volverán a ser el fundamento de nuestra tierra. (Sal. 89:14)
8. Padre, sana las heridas antiguas de racismo, esclavitud e injusticia. Libera reconciliación y unidad en el nombre de Jesús.
9. Decretamos que los muros de hostilidad caen y la iglesia se levantará en unidad mostrando Tu gloria. (Jn. 17:21)
10. Señor, sacude los sistemas corruptos en el gobierno, la educación y los medios. Levanta reformadores que legislen justicia.
11. Rompemos el poder de la iniquidad y declaramos que el orden, la paz y la verdad reinarán en nuestra tierra. (2 Tes. 2:7)
12. Padre, derrama fuego de avivamiento. Purifica nuestra tierra con Tu llama santa y despierta a Tu iglesia.
13. Cancelamos toda asignación demoníaca de desastre, destrucción y hambre contra nuestra nación.
14. Señor, sana nuestra tierra de pecados generacionales y restaura la bendición sobre nuestra agricultura, economía y medio ambiente.
15. Declaramos que las puertas del Hades no prevalecerán contra la iglesia en nuestra tierra. (Mt. 16:18)
16. Padre, que el conocimiento de Tu gloria cubra esta nación como las aguas cubren el mar. (Hab. 2:14)
17. Declaramos que los pozos de avivamiento se abrirán nuevamente donde han sido tapados. ¡Que el agua viva fluya en nuestra tierra!
18. Llamamos a líderes justos, voces proféticas y reformadores apostólicos a levantarse en esta hora.
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